La «Sombra», ¿esa parte oscura del alma?

La Sombra. Jung.Todos tenemos una parte de nosotros mismos la cual tendemos a rechazar, a no admitir. El término «sombra» fue utilizado por Jung, para designar «el aspecto inconsciente de la personalidad, caracterizado por rasgos y actitudes que el Yo consciente no reconoce como propios».

¿Qué quiere decir esto?

Simplemente que existen actitudes, pensamientos, y sentimientos que no podemos reconocer que albergan en nuestro interior, debido a su carácter súmamente indigno, detestable. Sentimientos de venganza, de rencor, la verguenza, los celos, la envidia, inseguridades y temores. Admitiéndolos uno se puede llegar a sentir incluso mala persona. Nos han enseñado a reprimir este aspecto de la esencia humana, y a mostrar sólo lo que podemos considerar bueno, lo amable.

Como ejemplo, pongamos los sentimientos de envidia. La envidia realmente significa que «otra persona tiene algo, que yo no tengo, y creo que merezco». El problema realmente no es la otra persona, sino que veo algo que no tengo y creo que merezco o necesito, es decir, el problema es mi propia «falta de». Ese algo puede ser algo físico-material, o subjetivo-emocional: atención, amor, amistad, creatividad, seguridad, etc. No existe una envidia sana o insana. Este es un término inventado para poder tolerar la culpa que se origina al sentirla, y poder liberarla, eso es lo sano. Pues bien, este sentimiento, como muchos otros negativos, son completamente normales que surjan en la naturaleza instintiva del ser humano.

El problema no es que surja, sino el cómo se maneja. La receta para que un sentimiento o pensamiento que consideramos indigno o intolerable, no se enquiste y prolifere en la mente «esclavizándonos,» literalmente, es liberarlo, reconocerlo, asumir que está ahí. Es decir, «sintiendo» que está, «viviéndolo», «dejándolo que esté» mientras lo observamos y así poder aceptarlo, e incluso expresarlo.

Por ejemplo: «cuando me has dicho que te han dado el puesto de trabajo, he sentido envidia, simplemente porque yo no tengo, no es contra ti, realmente es mi propia falta de trabajo lo que me hace sentir mal».

Poder ver lo que no nos gusta de nosotros mismos, nos transforma, produce maduración, evolución. Sin embargo, reprimirlo, negarlo, crea aún mayor tensión interna subconsciente, y al no ser liberada, se puede hacer más resistente. Como afirma el propio Jung: «Lo que niegas te somete, lo que acpetas, te transforma»

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«Cuanto más negamos lo que no nos permitimos tener o sentir, y que sin embargo está ahí, más podemos enfermar psicológicamente».

Aquí os dejo el link de una película de Debbie Ford, coach internacionalmente reconocida en el campo de la transformación personal. «El efecto de la Sombra», de una manera muy clara, ayuda a entender y profundizar más en este aspecto, completamente humano, y sanador.

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