Terapia de Familia
La familia es un sistema dinámido interrelacional. Cuando uno de sus miembros se ve alterado va a influir directamente en el comportamiento de los demás miembros del sistema. Por ejemplo la entrada en la pubertad de uno de los hijos de la familia se va a caracterizar por una serie de cambios en la persona, que a su vez van a generar otra serie de cambios en los padres o los hermanos con tendencia a reestablecer el equilibrio y orden en el núcleo familiar.
Toda familia se caracteriza por tener un sistema de vínculos y alianzas ente los miembros que se relacionan. Las reglas y las creencias que se heredan y aprenden dan singularidad a cada una de las familias. Dependiendo de cómo sean estos vínculos, alianzas y creencias, tenderán más a la estructuración o a la la desestructuración, ante el afrontamiento de las diversas crisis tanto evolutivas de una familia (la incorporación de un nuevo hermano, el paso de los hijos a la adolescencia, etc.) o dificultades por problemas externos, a las que se puedan enfrentar (separación paterna, una enfermedad grave de uno de los miembros, un shock traumático como puede ser un accidente, etc.)
Dependiendo de la cualidad de la crisis, muchas familias necesitan un apoyo y reajuste tanto de las creencias y tipos de vínculos que caracterizan a la familia, como de los acuerdos entre los miembros para reestablecer este equilibrio, y poder así superar las dificultades consiguiendo así mejorar sus vínculos y tipo de relación. Para ello, es muy importante que entre todos los miembros de la familia, haya comprensión, escucha, empatía y eficientes formas de comunicación.
